BASADA EN HECHOS REALES
Polanski con costuras
Delphine (Emmanuelle Seigner) y Elle (Eva Green) son dos mujeres diferentes pero complementarias. Una es dócil, la otra aguerrida; una es famosa por escribir sobre las vidas anónimas de su entorno, la otra anónima aunque escribe por ellos las vidas de famosos; una quiere escribir sobre la otra, la otra quiere saber de la una; una empieza hablando, la otra acaba hablando… Son diferentes, pero son intercambiables, sospechosamente intercambiables; tanto que se hacen pasar la una por la otra, pero, ¿hasta qué punto es todo esto un teatrillo inofensivo? ¿Seguro que la imaginación y los traumas de una no tienen nada que ver con el encuentro entre las dos? ¿Y la personalidad oprimida de una escritora?… A esto juega Polanski durante toda la película, a esto está acostumbrado a jugar el genio polaco en prácticamente todos sus films, si bien es cierto que acostumbra a hacerlo con mayor destreza y originalidad que las desplegadas en Basado en hechos reales, su último trabajo.
El juego de intercambio de roles entre los personajes es una constante en el cine de este creador –las extraordinarias La muerte y la doncella (1994), Un dios salvaje (2011) y La Venus de las pieles (2013) son perfectos paradigmas de ello-, y esto queda patente al analizar la sutileza de algunos recursos de los que se vale para mostrar la influencia mutua y la paulatina mímesis entre ambas mujeres (el cambio de calzado de Elle no es casual…). Una pena que no ponga el mismo esmero en difuminar la mefistofélica apariencia del personaje interpretado por Eva Green, cuya aura rezuma un misterio que nos ofrece un abanico de intenciones que sólo va de unas malas a unas peores. La manida construcción de este personaje, basado en una perversión muy recta y una seriedad forzada, propicia además una progresión predecible y excesivamente precipitada de la relación entre ellas. En cualquier caso, y aunque la atmósfera carezca de la enrarecida personalidad a la que nos tiene acostumbrados Polanski –que aquí opta por una asepsia y sobriedad más típicas, por las que ya se decantó en 2010 al realizar El escritor-, existe un misterio, uno que tiene más que ver con la naturaleza de Elle que con sus intenciones: ¿Quién es? ¿De dónde sale? ¿Por qué solo interactúa con la protagonista? Ella misma asegura ser una escritora “fantasma” pero, ¿y si ese sustantivo no fuera entrecomillado? Es entonces cuando nos percatamos de que la pluma que acompañó a la de Polanski en la escritura de este guion es la del gran Olivier Assayas, quien nos vuelve a abrir las puertas a un posible desdoblamiento de personalidad como el que hizo intuir en la pluscuamperfecta Personal Shopper (2016), si bien es cierto que más toscamente que como hiciera en aquella ocasión, y cambiando los mensajes electrónicos por cartas de papel. Dos maestros, pues, cuyo mayor hándicap en este trabajo es el altísimo nivel mostrado en los pasados.
Con todo, no debemos obviar que estamos hablando del director de auténticas obras maestras como Repulsión (1965), La semilla del diablo (1968), El quimérico inquilino (1976) y Lunas de hiel (1992), por lo que nos encontramos ante uno de los más virtuosos magos en la manipulación de la psicología del espectador. Basado en hechos reales también deja algún que otro destello del Polanski más inquietante –salvando las distancias con los films recientemente mencionados-, y es que su inteligencia visual consigue alterarnos con el simple hecho de componer planos con una gran presencia de aire y de elementos que, resultando ser irrelevantes, ponen a nuestro cerebro en alerta haciéndonos creer que algo va a suceder, al igual que reflejar formas amorfas e inexplicables en un escaparate que se encuentra en el último término del plano desconcierta a veces más a nuestro subconsciente que a nuestra razón. También hay que resaltar la sutil diferencia entre una escena en la que el camarero de la cafetería sabe lo que va a pedir Delphine y otra posterior en la que le pregunta qué quiere tomar. Son decisiones formales que alejan a Basado en hechos reales de cualquier parecido que pueda tener con una TV movie, y que nos recuerdan que detrás de ella hay uno de los mayores genios de la Historia del cine que, aunque haya completado un último trabajo más convencional, goza de una de las carreras de mayor constancia cualitativa a pesar de su extenso recorrido.
Basada en hechos reales (D’après une histoire vraie, Francia, 2017)
Dirección: Roman Polanski / Guion: Olivier Assayas, Roman Polanski (Novela: Delphine de Vigan) / Producción: Wy Productions & R. P. Productions & Belga Productions / Música: Alexandre Desplat / Fotografía: Pawel Edelman / Reparto: Emmanuelle Seigner, Eva Green, Vincent Pérez, Damien Bonnard, Camille Chamoux, Josée Dayan, Noémie Lvovsky, Dominique Pinon, Brigitte Roüan, Alexia Séféroglou.
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