BACURAU
Western brasileño
Dentro de la extrañeza y perplejidad que produce Bacurau (Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles, 2019) existen ciertos elementos que nos recuerdan a otras filmografías procedentes de Brasil. Una fotografía que fuerza los destellos lumínicos, el montaje que genera incertidumbre para priorizar la tensión en la narración o la mezcla de la música tradicional con la electrónica contemporánea evocan a las obras de Gabriel Mascaro (Divino amor, 2019), Heitor Dhalia (Bald Mountain, 2013), Karim Aïnouz (La vida invisible de Eurídice Gusmão, 2019) o Marcelo Gomes (Joaquim, 2017). Todos son cineastas del noreste brasileño que han ambientado varias de sus obras en el Sertón, una región semiárida de baja montaña donde se desarrolla Bacurau.
Bacurau se sitúa en un futuro cercano, una proximidad temporal que mezcla componentes populares, como la curandera del lugar o el cacique dispuesto a donar libros, medicinas y ataúdes, con la última tecnología de guerra procedente del extranjero que utiliza drones para el control de la población. Las metáforas de la película no son para nada sutiles y encontrar las relaciones con la situación política actual de Brasil es sencillo. Mendonça Filho y Dornelles acentúan con ahínco los dardos que disparan contra la política de su país. Bacurau es el nombre de un pueblo, en medio del Sertón, relativamente aislado de otras pedanías; un pueblo con la iglesia cerrada, con un maestro que enseña a todas las generaciones de adolescentes, con una prostituta y con un prófugo de la justicia. Un día en la escuela, el maestro se da cuenta que el nombre de su pueblo ha desaparecido de los mapas, posteriormente, la visita de unos extraños motoristas y el corte de las comunicaciones perturban a la población. Pronto, un enemigo proveniente del extranjero hará su aparición unificando a todo el pueblo para combatirlo.
La relación profesional entre Mendonça Filho y Dornelles ha estado presente desde los primeros cortometrajes del primero en los que el segundo era director de arte, Bacurau es la primera película que codirigen. Dentro de la filmografía de Mendonça Filho la unidad interna como forma de resistencia contra el enemigo externo ha compuesto dos planos paralelos en los que confrontar las tramas de sus películas. Si en Sonidos de barrio (2012) un grupo de vecinos se aliaba para proteger sus rascacielos de la inseguridad de la calle, en Doña Clara (2016) era la tenacidad de una jubilada para proteger el edificio donde residía contra un grupo especulador. A partir de esas resistencias que sostenían la acción dramática de las películas, Mendonça Filho se permitía reflexionar sobre otras temáticas: la perpetuidad de las clases sociales, el voraz progreso que todo lo engulle, el recuerdo de un pasado mejor o el amor como resistencia dentro del caos. En Bacurau, de nuevo se observan los mismos planos paralelos bajo los que se desarrolla la trama: interior-exterior, vecino-extranjero, tradición-progreso. El invasor externo, el aliado repudiado que retorna al pueblo para resarcirse de su pasado, el traidor interno y la unidad del grupo como forma de victoria en un paraje desalmado son los elementos de los que se sirven Mendonça Filho y Dornelles para componer a sus personajes bajo las premisas de un western.
Sin embargo, la esencia de los directores se hace presente y dota a la película de una forma vanguardista: la puntual, pero extremada violencia de algunas acciones, las evocaciones a la memoria y al deseo consistentes en breves fotogramas que parece que se han colado en la sala de montaje, los zooms rápidos y poco equilibrados que manifiestan la ficción, o las transiciones bruscas de fundidos o cortinillas que rompen el ritmo de la narración delatan la intencionalidad de los directores de apartarse de cualquier etiquetado y conformar una sensación de extrañeza y perplejidad en el espectador.
Bacurau (Brasil, 2019)
Dirección: Kleber Mendonça Filho, Juliano Dornelles / Guion: Kleber Mendonça Filho, Juliano Dornelles / Reparto: Udo Kier, Sonia Braga, Thomas Aquino, Barbara Colen, Karine Teles, Antonio Saboia, / Producción: CinemaScópio Produções / SBS Films / Símio Filmes / arte France Cinéma / Fotografía: Pedro Sotero / Montaje: Eduardo Serrano / Música: Mateus Alves, Tomaz Alves Souza
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