ENTREVISTA A VALENTYN VASYANOVYCH
“El amor que surge entre cadáveres y devastación viene a ser el símbolo de mi película”
El poso que deja Atlantis tras su visionado es profundo, resultado de una experiencia cinematográfica devastadora. Su director, Valentyn Vasyanovych, coloca al espectador frente a las trágicas consecuencias futuras de la guerra en Ucrania y lo hace a través de escenas –en su mayoría filmadas con cámara estática- de un enorme impacto visual con el que es difícil no estremecerse ante las imágenes. Tras recibir el premio a la mejor película de la sección Orizzonti en Venecia y el premio especial en el Festival de Tokio, se presentó el cuarto largometraje de ficción de este importante realizador y productor ucraniano en el Festival de cine europeo de Sevilla, donde se alzó con el premio a la mejor fotografía y donde tuvo lugar esta entrevista.
¿Cuál es el origen de este proyecto? ¿Por qué decide situar la historia de su nuevo filme en el año 2025 en una Ucrania arrasada por la guerra?
Quería realizar una película acerca del tema más doloroso que existe actualmente para los ucranianos como es la guerra. Y para evitar conversaciones y detalles políticos he decidido hacer una obra sobre qué es lo que va a ocurrir una vez concluya el conflicto bélico. Como a mí no me gusta el cine de género escribí una historia contemporánea, no quería hablar sobre rasgos reales de los protagonistas y antagonistas. Por ello quise situarme en el futuro y así evitar este tipo de datos.
El desastre ecológico también se encontraba en el punto de partida.
Sí, por supuesto, para mí era importante hablar sobre la ecología. Este problema existe de verdad, hay muchas minas abandonadas que están contaminando el agua. Probablemente, la gente dentro de quince años no va a poder vivir en esos lugares. Las organizaciones ecologistas denuncian esta situación y afirman que se trata de una catástrofe ecológica impresionante.
Sorprende el original tratamiento del espacio, la forma en la que los personajes entran y desaparecen del plano. ¿Cómo fue la planificación de las escenas?
Las localizaciones son tremendamente importantes para mí, la literatura y el guion son solamente una de las razones para comenzar a trabajar sobre la película. Lo que desde el principio fue escrito en el texto del guion cambió un 80% más o menos después de haber encontrado los lugares para filmar. A veces el fondo describe mejor a los personajes que los propios personajes.
¿Cómo transcurrió el rodaje en esos espacios nevados y fríos?
El clima de Ucrania es complejo para rodar, algo que no sucede en otros muchos países, y aunque estemos acostumbrados a grabar con tan bajas temperaturas el rodaje tuvo lugar en invierno y primavera, por lo que resultó muy complejo. Estábamos bajo una atmósfera gris.
En los últimos años el cine ucraniano ha puesto el foco en los conflictos bélicos y la situación política actual.
Estamos viviendo una guerra, lo cual es un gran tema para todos los directores de cine ucranianos. Tenemos muchas películas que transcurren en la actualidad y que reflejan ese conflicto entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, yo quería enseñar qué sucede después de la guerra: la muerte, el horror, la exhumación de cadáveres, la destrucción masiva y la degradación.
Cuéntenos acerca del reparto actoral y el proceso para escogerlo.
Nuestro casting fue muy largo y duradero porque quería elegir a actores no profesionales. Decidí que todos ellos tuvieran experiencias de combate. El protagonista participó en la guerra como oficial de inteligencia, la protagonista femenina era médico militar, y el amigo del protagonista fue miembro en un batallón de voluntarios. Todas estas personas me han aportado mucha información sobre la realidad, sobre cómo transcurrieron los acontecimientos. Y si este grupo de gente se siente orgánicamente bien situado en pantalla quiere decir que va a funcionar en la película, porque todos los personajes son víctimas del síndrome postraumático.
El pesimismo recorre la mayor parte del metraje de Atlantis, pero a través del amor finalmente hay hueco para la esperanza.
Por supuesto. Al principio quise hacer una película sin esperanza, sin la historia de amor entre los personajes, pero cuando ya tenía filmada la mayor parte del filme comprendí que no funcionaba. Así que decidí mostrar cómo estos dos personajes traumatizados se acercan y la manera en que el amor trae consigo esperanza. El mensaje es fácil: el amor vence a la muerte. El amor que surge entre cadáveres y ese oscuro panorama viene a ser el símbolo de la película.
¿Cuáles fueron las dificultades técnicas de filmar en la fundición, con lava o en la creación de esos esqueletos humanos?
La fábrica de siderurgia fue reconstruida por nosotros, no es una fábrica de verdad pues no nos permitirían filmar en una empresa siderúrgica, dado que los principios de seguridad prohíben a gente ajena a los procesos de fundición. Se trató de un desafío para el departamento artístico y eso siempre es interesante. También fue muy difícil diseñar los cadáveres, tardamos mucho tiempo. Hay personas que nos preguntan si los cadáveres son reales y por supuesto que no lo son. Los médicos del Centro Anatómico Forense que aparecen en pantalla sí son forenses verdaderos.
¿Cuándo se estrena la película en Ucrania y qué recepción cree que tendrá entre el público?
Estamos todavía exhibiendo la película en varios festivales y el estreno en Ucrania se producirá después. Los amantes de cine ucranianos son iguales que en el resto del mundo, aunque lamentablemente existen pocos cinéfilos actualmente en mi país. La gente prefiere películas de entretenimiento.
¿Qué supuso el premio a la mejor película de la sección Orizzonti en el pasado Festival de Venecia?
Para mí fue una gran sorpresa el premio de Orizzonti, pero sobre todo lo que te aporta es la posibilidad de lanzarte al siguiente trabajo. Tengo un nuevo proyecto en el que ya estoy trabajando y espero que este reconocimiento me ayude.