ALL THAT BREATHES
Contemplar la desidia, elogiar la esperanza
La particularidad de una historia como medio para hablar de algo universal: ese es uno de los recursos que, en All That Breathes (2022), Shaunak Sen utiliza para ahondar en la vinculación entre el ser humano y toda la problemática medioambiental. El documental se traslada a una de las capitales más contaminadas del mundo, Nueva Dehli, donde habitan los dos hermanos protagonistas que luchan por ayudar a los principales damnificados de dicha polución: los milanos negros. Hay así una voluntad de partida por, honrando al título, indagar en una de las sentencias dentro de la película: “No hay que hacer diferencias entre todo lo que respira”.
Siguiendo este deseo de no hacer distinciones, el milano se convierte en una especie de hilo conductor del argumento y las motivaciones iniciales de los personajes, pero también deviene un elemento simbólico. Este ave viene a representarse no únicamente a sí misma, sino a toda la fauna que coexiste en la misma ciudad y a quienes afectan los mismos problemas: ratas, cerdos, ranas, mosquitos, tortugas, vacas, etc. Todos son víctimas de las problemáticas generadas por la humanidad.
All That Breathes se empeña en documentar no solo la acción de unos pocos por atender a las consecuencias de un aire cada vez menos puro, sino también toda una serie de conflictos socio-políticos y religiosos que completan la realidad presentada. Temas como la discriminación, la migración, la lucha por los derechos sociales y la democracia, la escasez de agua o los disturbios religiosos se narran en un segundo plano para facilitar una imagen completa del contexto mostrado y entender ciertos cambios en la lucha personal de Mohammad y Nadeem por salvaguardar a los milanos.
En ese ambiente trémulo, se establece toda una radiografía variada que escanea los espacios más íntimos de la familia de los hermanos -a quienes la cámara va siguiendo- a la vez que contempla el gran hábitat urbano que poco a poco se va griseando y derrumbando, o que se posa en plano detalle sobre el más imperceptible mosquito y, al mismo tiempo, mira al cielo a aquellos pájaros que lo dominan. Con esa voluntad de elevar el mensaje de atención a todo lo que respira, la película trabaja el sonido a fin de contrastar la ruidosa realidad con momentos poéticos y melódicos a cámara lenta que ensalzan la fauna.
Tanto esos instantes mágicos como las imágenes potentes que se componen para mostrar la coexistencia entre la naturaleza animal y la artificialidad de nuestra huella en el mundo no acaban de lucir por una serie de decisiones formales. Mientras que hay diálogos que son necesarios, hay otros muchos que caen en una excesiva verborrea, hacen redundantes las escenas entre sí y se convierten en voces en off que explicitan lo que la imagen ya es capaz de transmitir. A pesar de encuadrar de forma precisa en un ambiente propicio para dejar que pasen cosas sin que los propios personajes manifiesten verbalmente la problemática, el director se aferra a sus comentarios para sostener un metraje que se pierde en sí mismo y se extiende en aquello que critica.
Ese desequilibrio se traslada a cómo la película bascula esos pequeños logros observacionales con todo el tejido de problemas que rodean al entorno. All That Breathes intenta subrayar aquello que compartimos las distintas especies -desde el aire hasta la vida misma- y la necesidad por no abandonarlas a su suerte. Sin embargo, el documental comete ese error y pierde el interés en cuanto descuida el foco del protagonista simbólico -el milano- y la problemática ambiental o social que directamente le afecta. Esto se encumbra con una escena de cierre decepcionante y desconcertante donde se muestra el traslado de uno de los hermanos a la tierra prometida de EE.UU. para luego intentar salvarlo con unos créditos insatisfactorios.
Al final, Shaunak Sen presenta una obra correcta con una modesta puesta en escena, pero que en el perderse en cosas intrascendentes y en hacer, de nuevo, al hombre el centro protagónico pierde mayor relevancia y su mensaje queda planteado como uno más entre muchos. Aun así, consigue meritoriamente mantenerse en un realismo que no desemboca en fatalismo sensacionalista, conformar una imagen compleja de la sociedad actual con todas sus aristas y mostrar aquellos pequeños gestos generosos que exponen (pero no responden a) la eterna duda sobre un posible cambio a mejor.
All That Breathes (EE.UU.-India-Reino Unido, 2022)
Dirección: Shaunak Sen / Guion: Shaunak Sen / Fotografía: Saumyananda Sahi, Riju Das, Ben Bernhard / Montaje: Charlotte Munch Bengtsen, Vedant Joshi / Música: Roger Goula Sarda / Productora: HBO Documentary Films, Submarine Deluxe, Sideshow, Kiterabbit Films, Rise Films, HHMI Tangled Bank Studios
