A LA VUELTA DE LA ESQUINA
Amor en el supermercado
A la vuelta de la esquina (In The Aisles, 2018), lo nuevo del director alemán Thomas Stuber, es un filme dramático con algún toque de película romántica. El protagonista de la historia es Bruno, interpretado por Franz Rogowski, un chico que entra a trabajar en un supermercado. Con la ayuda de sus compañeros conoce el funcionamiento de la empresa y se enamora de una de las chicas, Marion (interpretada por Sandra Hüller). El problema, que ella está casada.
La película narra la monotonía presente en una serie de empleados de un supermercado a las afueras, con una vida basada en la rutina diaria dentro de un espacio claustrofóbico, oscuro, frio, lleno de seres tristes y resignados. La angustia de unos individuos sin satisfacción alguna, con un trabajo en tan malas condiciones como su vida y de la que poco sabemos, más allá de breves retazos a través de los diálogos, y que es reflejado por el director con una fotografía igual de siniestra y opaca. Porque otro de los aciertos es que la cámara no se aleja, prácticamente, de ese espacio; es decir, no sale apenas al exterior salvo para mostrar unas viviendas -en las que vive el protagonista y alguno de sus compañeros- igual de vacías, oscuras y solitarias que su trabajo. Es una película de personajes hundidos en la tristeza y la soledad, y el director incide constantemente en reflejar esos estados de ánimo.
El filme cuenta una historia de amor correspondida pero imposible de mantener por circunstancias de la vida. Ahí reside la verdadera importancia de la película: reflejar las actitudes de ambos ante una situación que no saben cómo afrontar porque no tiene una solución fácil. Son dos personajes con una historia -detrás- totalmente distinta, de contextos diferentes, de situaciones vitales complicadas, pero que tienen algo en común: el sentimiento o el amor que se profesan el uno al otro y que solo lo pueden demostrar a través de miradas cómplices y algún que otro beso furtivo.
El pilar fundamental de la película reside en el protagonista. Franz Rogowski posee un físico muy particular e ideal para el papel. La cara con cicatrices, tatuajes en el cuerpo, una voz muy rasgada entre otras particularidades, hacen más rico en matices al personaje, un chico introvertido con problemas para relacionarse con los demás y mostrar sus sentimientos.
El filme de Thomas Stuber es una historia de amor agridulce. En una de las últimas escenas de la película se ve como Marion (Sandra Hüller) contempla a Bruno (Franz Rogowski) mientras está subido a una elevadora. Ambos asemejan el ruido que produce el mecanismo con las olas del mar. El director crea una de las escenas más bellas de todo el filme, con los dos protagonistas en silencio, contemplándose y escuchando el ruido de aquella elevadora que les transporta al sonido del mar y sus olas. Ya que se ven atrapados en una situación de la que no pueden salir de un día para otro, solo les queda soñar despiertos: lejos de allí y juntos.
A la vuelta de la esquina (Alemania, 2018)
Dirección: Thomas Stuber / Guion: Clemens Meyer, Thomas Stuber/ Producción: Sommerhaus Filmproduktionen / Música: Milena Fessman / Fotografía: Peter Matjasko / Montaje: Kaya Inan / Reparto: Franz Rogowski, Sandra Hüller, Peter Kurth, Ramona Kunze-Libnow
Pingback: El mejor cine de 2019. Votaciones individuales - Revista Mutaciones