22.11.63
El pasado viste de rojo y amarillo.
La historia sobre un viajero del tiempo que intenta impedir el asesinato de John Fitzgerald Kennedy (22.11.63) es el argumento de una de las últimas novelas del aclamado maestro del terror y culpable de este especial, Stephen King. En 2011 fue uno de los libros más vendidos y, como era de esperar, no tardó en saltar a la pequeña pantalla. En forma de miniserie de ocho capítulos, 22.11.63 se estrenó en 2016 bajo la meticulosa producción de J.J. Abrams, quien ha demostrado una y otra vez su gusto por los saltos temporales en series como Perdidos (2004-2010) o Fringe (2008-2013).
Para el desarrollo de la historia, King cuenta con varias premisas iniciales. La primera y más descarada es el homenaje al cuento de Alicia en el país de las maravillas (Lewis Carroll, 1865) haciendo que Jake, interpretado por el polifacético James Franco, cruce lo que el escritor llama “La madriguera”, en este caso, una vieja despensa que actúa como portal temporal hacia los nostálgicos y deslumbrantes años 60. Esta comparación con la novela infantil, donde todo está patas arriba y hay locura en todas partes, se ajusta al caos que será el pasado para el protagonista.
El famoso efecto mariposa será la otra gran premisa y primera ley que King utilice para estructurar el relato. Cualquier modificación en el pasado, por pequeña que sea, puede generar grandes cambios en el futuro. El pasado es consciente de ello, pero su protagonista parece ignorarlo, por eso, este no duda en utilizar ciertos mecanismos para impedir cualquier variación. Y aquí es cuando la producción televisiva se vuelve interesante.
A parte de ser un thriller donde la Historia Contemporánea choca con la más pura ficción, la serie (al igual que su ambientación) se enriquece nutriéndose de los colores que acompañan al personaje principal. Estos colores actúan como un leitmotiv promovido por el pasado, ese que no vacila en tornarse de rojo ante el peligro. Así, en todos los momentos en el que Jake se encuentra bajo presión o ante una decisión importante que modificará el curso de la Historia, tanto pequeños detalles de arte, la ropa de la gente que le rodea, el coche del marido de Sadie o el propio ambiente (a cargo de sus directores de fotografía) se torna rojo simbolizando peligro, repitiéndole constantemente que “no debería estar ahí” casi como un semáforo que dice “oye, ten cuidado porque si cruzas, puede que te atropellen” y a veces es así, literalmente. Por otro lado, el amarillo y sus diferentes tonalidades parecen relajar al protagonista (y al espectador), prevenirlo del peligro: el vestuario (de nuevo), su primer coche, las paredes de sus habitaciones, el personaje Mr. Tarjeta Amarilla o incluso su gran amor, Sadie, la única mujer rubia que aparece en la serie y que le aporta toda la seguridad que el pasado intenta arrebatarle.
Tensión, fantasía, suspense y actos brutalmente violentos. 22.11.63 lleva de principio a fin el sello del maestro del terror que traslada de una forma original y, por qué no decirlo, didáctica, la preocupación por un trágico suceso de la historia estadounidense ya irreparable. Un suceso pasado que se viste de rojo para alertar a sus espectadores de las consecuencias de los actos humanos: trágicos e irreversibles. Un pasado que debe permanecer inamovible en distintas tonalidades de amarillo.
Patricia Marín Verdú
22.11.63 (11.22.63, ESTADOS UNIDOS)
Dirección: Kevin Macdonald, James Strong / Guion: Bridget Carpenter, Brian Nelson, Quinton Peeples (Novela: Stephen King) / Producción: J.J. Abrams, Stephen King, James Franco, Joseph Boccia, Athena Wickham… / Música: Alex Heffes/ Montaje: Sue Blainey, Michael R. Fox, Plummy Tucker, Dorian Harris / Fotografía: Adam Suschitzky, David Katznelson / Diseño de Producción: Carol Spier / Reparto: James Franco, Sarah Gadon, George MacKay, Chris Cooper, Daniel Webber, Josh Duhamel, Joshua Holmes, Erica Anderson, Juliette Angelo, Kristian Bruun, Miranda Calderon, Jonny Coyne, Joanna Douglas, Colin Doyle, Jack Fulton, Michael Izquierdo, Braeden Lemasters